Entrevista al Sr. Agustí Piferrer i Canals, asegurado de Assistència y paciente del Servicio de Oncología.

• Hace años recibió un diagnóstico de cáncer y ha sufrido un proceso de colon, con metástasis de hígado y pulmón. Hoy está recuperado y los análisis salen bien. Sin olvidar el golpe, ¿cómo lo recuerda y encara el futuro?
  Existen muchas enfermedades, pero sólo una con el nombre ya asusta: el cáncer. Recuerdo cuando me comunicaron que tenía un cáncer de colon como si fuera ahora, es un momento muy duro. Piensas que a ti no te puede pasar, que es cosa de los otros... Pero enseguida vi la luz y pensé que, como muchos otros, lo superaría. Hoy encaro el futuro muy animado, con una familia fantástica, amigos sensacionales y un equipo de médicos y auxiliares que son una maravilla, en el aspecto profesional y personal. Me han salvado la vida.
   
• Por la proximidad e implicación del equipo, con él se crean fuertes lazos emocionales y humanos. En una situación así, ¿qué significa ser de Assistència?
  Ser de Assistència tiene un peso incalculable. Desde el personal de atención al asegurado hasta el de enfermería o los médicos, todos saben qué tienen que hacer en cada momento en el campo profesional, pero lo esencial es el contacto humano y cómo te hacen sentir “de la familia”. Para ellos soy “Agustín”. Psicológicamente, hacen un trabajo excelente y considero que esto es muy importante para nosotros.
   
• El paciente de cáncer necesita que el médico le mire a los ojos en lugar de la pantalla del ordenador o los análisis. En la sanidad privada, el trato cercano es aún más manifiesto. ¿Cómo es esta relación desde su punto de vista?
  El trato con el personal médico no puede ser mejor. Tanto en el Servicio de Oncología como con los cirujanos, el trato siempre ha sido muy agradable y de una gran profesionalidad y transparencia. Me han hecho sentir muy cercano a ellos.
   
• Pensando en la incidencia del cáncer en Cataluña (cada día mueren 28 personas de cáncer, es decir, más de 10.000 al año), Assistència creó el Servicio de Oncología, con un equipo multidisciplinar y todos los avances de la tecnología médica. ¿Cuál es su valoración?
  Lo he hablado con gente que ha sufrido cáncer o que tiene algún familiar con cáncer y hemos llegado a una conclusión: los que pertenecemos a Assistència somos unos privilegiados. Contamos con unas instalaciones nuevas y modernas, un equipo de médicos muy bien preparados y técnicas pioneras en el mundo de la oncología.
   
• Considera muy importante que el paciente de cáncer tenga cerca a gente que haya tenido cualquier tipo de cáncer y lo haya vencido. ¿Es el elemento que cree esencial para afrontar y superar la enfermedad?
  Este es precisamente mi objetivo: constituir una asociación de personas que han sufrido un proceso canceroso para ayudar a pacientes y familiares que estén sufriendo uno de estos procesos. Tenemos centros y médicos excelentes, pero también son de vital importancia el afecto, la confianza, el apoyo y el testimonio de quien vive un proceso similar. ¿Molestias de la quimio? ¿Se me caerá el pelo? ¿Es normal tener insomnio? Las respuestas son diferentes cuando salen de una persona que, como tú, ya ha pasado por ello. Compartirlo con alguien que ahora se encuentra bien da mucha moral.
   
• ¿Cuál es la experiencia o el momento más emocionante y gratificante que ha vivido en estos últimos años? ¿Y cuáles son sus planes para el futuro?
  Lo mejor es cuando te dicen que todo va muy bien y que los controles se irán espaciando paulatinamente, que los análisis son buenos y que los últimos TACs no detectan nada anómalo en el organismo. Lo vives con mucha alegría, con la familia y con el personal del Servicio de Oncología. ¿Futuro? Disfrutar de mis nietos, Max y Theo, y de la vida de jubilado con mi Montse y el resto de la familia.